miércoles, 26 de junio de 2013

Capítulo 27.

Abrí los ojos muy despacio mientras me daba cuenta de la cantidad de luz que entraba a través de las cortinas. Ayer se me había olvidado cerrar las persianas. 

Sentí entonces el pequeño peso sobre mi cuerpo, bajé la vista y allí estaba ella. Su cabeza todavía descansaba sobre mi pecho, y se agarraba a mí en un abrazo. Notaba su pausada y constante respiración que me indicaba que aún seguía completamente dormida. 

Jamás me había parado a pensar en lo afortunado que era de tenerla. Kelly era lo que siempre había deseado. ¿En qué momento se había convertido en el centro de mi mundo? 

Subí un poco más su camiseta para que mi mano se acoplara a su desnuda cintura y empecé a acariciarla con mi pulgar. Liberé mi otro brazo de debajo de la almohada para poder retirar los mechones rebeldes que habían ocupado su rostro, de la forma más lenta posible, con cuidado de no despertarla. Sin darme cuenta estaba marcando el contorno de su cara con mi dedo, pasando por su frente hasta su mandíbula y acabando en esos labios rosas que tanto me gustaban besar. 

- Puedes besarme. 

Me sobresalté un momento y luego sonreí sin apartar mi dedo de sus labios. Kelly se revolvió entre las sábanas sin romper el abrazo. Emitió un dulce gruñido cuando pasé la mano que tenía sobre su cadera por su suave vientre. Abrió sus ojos. Gris moteado de azul. 

- ¿Qué haces? – preguntó frotando su mejilla contra mi pecho. 
- Observarte. 
- Mmmmh… ¿Y es entretenido? 
- Oh, créeme que eres lo más entretenido e interesante que he visto jamás. – el rubor subió hasta sus mejillas.
- Quiero lo que pedí antes. – levanté una ceja confundido, entonces ella tocó sus labios dos veces. – Bésame. 
- Te despiertas con exigencias eh. – me sacó la lengua, burlándose. – Es mejor que guardes esa lengua, porque será mía en dos segundos. 

Iba a replicarme, pero no la dejé. La callé con un beso, un beso lento que subió de tono a una velocidad increíble. Rocé mi lengua contra sus dientes, pidiendo acceso, él que por supuesto no me negó. Era asombroso como nuestros labios encajaban tan perfectamente. 

- Harry…- me separé muy despacio. 
- ¿Si? 
- Tenemos que vestirnos e ir al aeropuerto. 

Sentí un pinchazo en el estómago al saber que mientras nos besábamos ella estaba pensando en que yo iba a irme. Aunque el dolor era compartido con la gran culpabilidad que sentía por dejarla. 

- Es cierto. 

Rompí la unión de nuestros cuerpos y salí fuera de la cama. Revolví mis rizos mientras me acercaba a la ventana para ver cómo estaba el día. Para empeorar todavía más las cosas, llovía. 

- ¿Puedo usar la ducha? – me di la vuelta encontrándome con Kelly sentada en el borde de la cama y con la mirada perdida y triste. 
- Claro. Hay toallas limpias en el armario y puedes coger lo que necesites. – ella se levantó pasando delante de mí y directa al baño. 
- Gracias. – me dedicó una pequeña sonrisa antes de cerrar la puerta tras de sí. 

Me quedé un rato allí de pie, hasta que se escuchó el agua correr. Decidí que yo también debería darme una ducha, así que fui al baño que estaba en el pasillo. 


K


Salí del baño ya cambiada con la ropa que había traído en mi mochila (http://www.polyvore.com/let_me_back/set?id=82432186) y revolviendo mi pelo con una suave toalla de algodón. Cuando entré en la habitación de nuevo me encontré con Harry vestido solo con unos vaqueros y con el torso y el pelo mojados. 

- Con el pelo así, todo empapado, te llega hasta casi los hombros. 
- ¿Crees que debería cortármelo? – pasó por su cabeza una camiseta blanca y luego un jersey marrón. 
- No, ni se te ocurra. Me gustan tus rizos. – me sonrió mientras acababa de calzarse con unas botas y luego se levantó, tirando de la cinturilla de mi pantalón, haciendo que mi cuerpo chocara contra el suyo.
- Sé que te gustan, a todas les gustan. – yo solo rodé mis ojos. 
- Egocéntrico. 
- Preciosa. – sonreí.
- Idiota. 
- Me quieres. 
- Solo un poco. – besé su nariz y me separé de él. - ¿Nos vamos ya? 

Asintió a la vez que cogía la maleta que tenía tras la puerta de su habitación. Yo bajé las escaleras delante de él. 

- Espera, no has desayunado nada. ¿Quieres algo? 
- Podemos parar en un Starbucks y coger algo de camino. 
- Está bien. 


Luego de parar en el Starbucks por dos cafés y dos muffins seguimos el trayecto en coche hacia el aeropuerto. Harry no podía dejar de hablar, sabía porque lo estaba haciendo. Quería que dejara de pensar en que iba a estar ausente por muchos días, y en cierto modo agradecía el intento. Pero no era que funcionara demasiado bien.

Y cuando el coche se paró sentí todos los momentos vividos al lado de Harry tan lejanos como mi primer día de infantil. Estábamos ya en el aeropuerto. De repente me empezó a doler el estómago. 

- Kelly, ¿estás bien? – abrí los ojos, que segundos antes había cerrado por la punzada de dolor, Harry estaba apoyado en la puerta abierta del coche para mí.
- Oh, sí. Estoy bien…

Salí del coche y Harry me pasó un brazo por la cintura, sonreí mientras apoyaba la cabeza en su hombro. Di gracias a que dos guardaespaldas nos estaban esperando para conducirnos fuera de los flashes y las fans.

Llegamos a un lugar apartado dentro del enorme recinto donde ya estaban todas las parejas y parte del equipo de los chicos que se irían con ellos a Los Ángeles.

- Hola chicos…y chicas. – dijo Harry antes de que todos se giraran a vernos y se acercaran para saludar. 
- Kelly, ¿qué tal la noche? – me preguntó Sarah después de que consiguiera separarme un poco de Harry. 
- Sarah, calla. 
- Uuuuh… ¿eso quiere decir que bien o mejor que bien? 
- No me hagas pegarte. – dije cuando vi que Harry volvía a buscarme. 
- Tranquila, ya me contarás todo con detalles. – me guiñó un ojo y desapareció para meterse debajo del brazo de Niall mientras dejaba un beso en su mejilla, algo que al rubio pareció encantarle. 
- ¿De qué hablabais Sarah y tú? – Harry me llevo hasta una fila de pequeños asientos de espera, y me hizo sentarme a su lado. 
- De nada, está loca. 
- ¿Y por eso te pide que le cuentes todos los detalles? – Levantó una ceja, insinuando. 
- No hay detalles que contar. – murmuré. 
- Podemos ir al baño y arreglar eso ahora mismo. – estaba susurrando contra mi oreja, algo que me puso los pelos de punta. 
- Harry. – le pegué en el pecho. 
- Tienes, razón, el baño es demasiado asqueroso. A saber quien ha sentado su culo en esos retretes. ¿Qué tal sobre la cinta del escáner ese de las maletas? Supongo que será un sitio bastante limpio, ¿no?
- ¡Harry! - no me pude aguantar más la carcajada. 
- Dime, preciosa. 
- Eres idiota, ¿sabías eso? 
- Algo me habían comentado al respecto. 
- No tienes remedio. - negué con la cabeza. 
- Creo que si puede haber un remedio para mi. 
- ¿A sí? - apoyé el mentón sobre la palma de mi mano y esperé a que hablara. 
- Si. Pero es un secreto, ven acércate. - abrió sus brazos y señaló a su regazo. Sin pensármelo dos veces, me dejé arropar por sus brazos. 
- ¿Ahora me lo vas a decir? 
- Claro. - metió un mechón de pelo suelto tras mi oreja. - Pero no se lo puedes decir a nadie, porque lo podrían utilizar en mi contra eh. 
- Prometo no decírselo a nadie. - llevé una mano a mi corazón y levanté la cabeza.
- Bien. Ese gran remedio no podría ser otra cosa que esto...

Dejó las palabras en el aire mientras cogía mi cara entre sus manos para mayor acceso a mi boca. Sus labios chocaron cálidos y húmedos contra los míos. Me sorprendí de la lentitud y suavidad del beso, sin nada más por medio que sus labios y los míos. 

Separó nuestras bocas para dejar un beso más en mi mejilla y otro en la mitad de mi cuello para luego hacerme recostar contra sí. Acarició mi pelo por lo que sentí como horas, solo sintiendo su respiración y sus latidos mezclados con los míos. Pero todo en esta vida tiene un final. 

- Chicos, es la hora. Despediros ya, nos tenemos que ir. El avión ya vino con retraso. 

Solo se escuchó malas palabras de parte de toda la gente en la sala, entre todas esas malas palabras, sin duda, destacó la voz de mi mejor amiga. 

- Cariño, tengo que irme. - Acarició mi pelo una vez más y se levantó, obligándome a hacerlo también. 

Cuando estuvo de pie, cogió mis brazos para pasarlos por su cuello, y él me abrazó por la cintura, apretándome lo máximo posible a su cuerpo. Lo miré a los ojos, a sus ojos verdes, ahora cristalinos y cargados de tristeza. Supe que él miraba en mí lo mismo que yo miraba en él.

- Kelly...Juro que te llamaré todos los días. - negué.
- No, ¿a caso no sabes lo cara que será la factura del teléfono? 
- Me da igual, no quiero olvidarme del sonido de tu voz. 
- Existe Skype. 
- Oh, no había pensado en eso. Mejor todavía, así podré ver como cada día estás más guapa. 
- Voy a seguir igual de fea cuando vuelvas, Harry.
- No vuelvas a decir algo así. Eres lo más hermoso que hay en el mundo, y nadie podría dudar de ello jamás. - fue inevitable, las lágrimas empezaron a caer sin remedio por mis ojos. 
- Harry...- me abrazó aún más fuerte, si eso era posible, y escondió su cara en el hueco de mi hombro. 
- No dejes que ningún chico se te acerque. 
- Lo mismo digo. 
- No me van los chicos. - sonreí entre mi mar de lágrimas. 
- Sabes a lo que me refiero. 
- Lo sé, y no te preocupes por eso. 
- Confío en ti. - le apunté con un dedo en el centro de su pecho. 
- Me alegra escuchar eso. 
- ¡Chicos! - la misma voz de antes volvió a gritar. 
- Venga, tienes que irte. - intenté separarme de él, pero no me lo permitió. 
- Te quiero, más de lo crees. 
- No sigas, porque harás que no te deje coger ese avión. 
- Estaría encantado de que no me dejaras hacerlo. 
- Pero es tu trabajo, tienes responsabilidades y chicas a las que hacer feliz. 
- Quiero hacerte feliz a ti. 
- Y lo haces. - esta vez fue el quien sonrió y luego dejó un pequeño beso en mis labios. 
- Te quiero. 
- Y yo a ti. 

Dos besos más y casi tuvo que venir Louis a despegarlo de mi. No paraba de mirar para atrás y casi se estampa contra la pared. Me hizo reír hasta el último momento en que desapareció de mi vista. 

- Allá van nuestros chicos. - dijo Eleanor, mientras nos agarrábamos una al brazo de la otra para ofrecernos mutuo apoyo. 

Y era cierto, allí iban nuestros chicos. Mi chico.








Subí el domingo y vuelvo a subir el miércoles. Esto, si estuviera en el colegio no pasaría nunca. 

Veo que el gif 2 ha tenido un éxito absoluto, ¿eh? Así que creo que hay un ganador. Estoy trabajando en mi cabeza en la estructura de ese fic, pero no tengo nada hecho, solo escogí quien sería cada uno de los personajes. Espero daros noticias de ese fic pronto. 

Algunas me preguntasteis cuantos capítulos quedan para que acabe GOOMH; pues bien, no estoy completamente segura, ya que de repente se me ocurren cosas y las quiero incluir. Pero aproximadamente diez capítulos, puede que sean más o menos. Todo depende de lo largos que sean esos capítulos. Y no, no habrá segunda temporada, porque el final está pensado para que sea el final definitivo. 

Gracias a las 10 personas que comentaron el capítulo anterior, de verdad. 

Y como siempre, gracias a todas por leer <3

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