domingo, 12 de agosto de 2012

Capítulo 12.


El autobús volvió a parar e hizo que nos separáramos bruscamente.

- Es nuestra parada. – susurró, cogiéndome de la mano y obligándome a bajar.

Nos quedamos viendo como el bus desaparecía durante un rato.

- Toma. – se sacó el abrigo y me lo puso sobre los hombros.
- Gracias. – metí las manos a través de las mangas y me aferré al calor que había dejado en la tela.

Volvió a coger mi mano y avanzamos por el mismo camino de la otra vez hasta su casa. No hablábamos, ni si quiera nos mirábamos. Me dolía. Si tenía que besarme para no tener esta tensión entre nosotros, que me besara de una vez. Es frustrante. No sé ni que decirle, también podría ser yo la que de el paso, pero....no me atrevo. Me pierden sus ojos.

Sin darme a penas cuenta, Harry estaba abriendo la puerta de su casa. Soltó mi mano y me dejó pasar. No me gustó. Cuando cogía mi mano, sentía que lo tenía todo en ella, y ahora me arrebató ese todo.

- ¿Harry? – se escuchó desde el salón. Al entrar vimos a Louis y a Eleanor tumbados en el sofá, con una manta encima y un bol de palomitas. Nos dirigieron una mirada con los ojos abiertos.
- ¿Qué pasa? – preguntó Harry.
- ¡Dios! Estáis empapados. – Eleanor se levantó del sofá y desapareció del pasillo para volver a aparecer con dos toallas sobre las manos, tendió una a Harry y con otra cubrió mi cuerpo frotándome los brazos para que entrara en calor.
- Ha empezado a llover y hemos tenido que subir a un bus.
- ¡¿A un bus?! – exclamó alarmado Louis.
- Si, pero tranquilo, no me vio nadie. En realidad, pasé toda la tarde desapercibido. Todo gracias a tu idea del “camuflaje”. – hizo comillas con los dedos.
- Sabía que funcionaría. – Harry se sentó al lado de Louis y este lo abrazó.
- Si, muy bonito lo del camuflaje, él casi no esta mojado porque iba cubierto completamente. Pero mirar a Kelly, ¡estás temblando! – era cierto, no había parado de tiritar desde que entramos en la casa, y eso que allí se estaba más caliente.
- Voy a subir la calefacción. – dijo Louis y se levantó dejando un Harry preocupado a la vista. No me quitaba ojo, se levantó también y vino hacia mi.
- ¿Estás bien? – repitió la acción de Eleanor y pasó sus manos sobre mis brazos, para darme calor.
- Ven, vamos a quitarte toda esa ropa mojada. – Eleanor pasó un brazo sobre mi cintura y me condujo a lo largo del pasillo. Subimos las escaleras hasta llegar al piso de arriba donde me llevó hasta una de las puertas. – Es la habitación de Louis. Tengo algo de ropa por aquí. – empezó a buscar en los cajones del armario mientras yo me aferraba a mi cuerpo para evitar que el mínimo calor que guardaba no se esfumara por completo. – Toma. – me tendió unos vaqueros y un jersey de punto rojo. – Cámbiate en el baño,yo ya bajo.

Me dejó sola.

Fui al baño que estaba en el pasillo. Esa planta solo estaba ocupada por tres puertas: la habitación de Louis, el baño y otra puerta más.
Dejé la toalla sobre la bañera y me quité la ropa, me costó un poco sacarme los vaqueros mojados, pero después de mucho tirar lo conseguí. Lo único de mi ropa que estaba seca era la camiseta interior, así que la dejé y encima me puse el jersey de Eleanor, se podía apreciar su olor y el de Louis sobre el tejido.

Antes de bajar me miré en el espejo, tenía el pelo muy ondulado y aun húmedo, cogí un peine y me recogí el pelo en una coleta con la goma que tenía en la muñeca. Suspiré. Recogí mi ropa y bajé.

- ¿Ya estás? – Eleanor me esperaba en la escalera. Asentí. – Dame tu ropa. – se la di y la metió dentro de una bolsa. - ¿Quieres algo? – dijo entrando en la cocina.
- No, gracias.
- Kelly. – me giré y Harry estaba detrás de mi. - ¿Qué tal? – acarició mi brazo.
- Algo mejor... ¿Puedo irme a casa ya? Creo que debería meterme en cama, antes de que coja un resfriado.
- Oh, claro.
- Yo te llevo. – Eleanor salió de la cocina con unas llaves en la mano.
- Si no trajiste tu coche. – habló Louis desde el sofá.
- Me llevo el tuyo. – se acercó a él y le dio un besó en los labios. Aparté la mirada. - ¿Nos vamos Kelly?
- Eh...si.

Salí de la casa detrás de Eleanor y acompañada por Harry hasta llegar al garaje, iba a entrar pero Harry me detuvo.

- Te llamo, ¿vale? – asentí con una sonrisa mientras él acariciaba mi cara. – Chao.
- Adiós. – susurré.

Me senté en el asiento del copiloto y Eleanor puso el coche en marcha. Le indiqué donde vivía y nos dirigimos por las carreteras de Londres.

- ¿Qué tal con Harry? – aprovechó para mirarme con una sonrisa ya que habíamos llegado a un semáforo en rojo. Me puse nerviosa.
- ¿Con-con Harry?
- Ajá, ¿cómo van las cosas por el camino del amor? – abrí los ojos asombrada y la miré, si hubiera sido Sarah le habría pegado un pequeño puñetezazo en el hombro, pero con ella, que no la conocía apenas, me daba mucho corte. Se río. – Como te has puesto. Ni que hubiera dicho algo tan raro.
- Es que...bueno...yo...- tragué saliva.
- Entiendo...- me sonrió. – Harry te trata muy bien, desde que lo conozco no lo había visto así con nadie. – mis mejillas se llenaron de color y agaché la cabeza. - ¡Eh! Es algo bueno...muy bueno en realidad. Menos por los celos de Louis, que me toca aguantarlos a mí. – no puede evitar reírme ante ese comentario. – Te pone muy nerviosa hablar de Harry, ¿verdad?
- Un poquito...- pegué mi vista en la ventana y pude divisar ya las luces de mi calle.
- ¿Qué casa es?
- Aquella. – se la señalé y aparcó delante. Iba a abrir la puerta para salir, pero me llamó. – Kelly.
- Dime.
- ¿Qué te parece si mañana te vienes de compras conmigo? Los chicos tienen ya la mañana ocupada, podemos comer juntas y así acabamos nuestra conversación, creo que aunque te ponga nerviosa, necesitas hablar sobre el tema. ¿Qué dices? – me dedicó la mejor de sus sonrisas.
- Vale, me encantaría.
- Genial, te paso a buscar sobre las once.
- Está bien. Hasta mañana.
- Hasta mañana, Kelly.







Bueno, aquí está la mierda de capítulo doce. 
De verdad que lo siento, es muuuuuuy corto. Pero me comentabais tanto, que tenía ganas de subiros de una vez capítulo, la cosa es que no me siento muy bien de ánimos...así que este es el resultado. 

Pronto vendrán los momentos esperados, lo juro. 

Gracias por leer, chicas. Que esta historia exista y que siga escribiendo es gracias a vosotras, os quiero.