martes, 28 de agosto de 2012

Capítulo 15.


Buenos días, princesa. Perdón si te desperté. Pero es que como te dije, hoy te vería, vamos a comer todos a Nando’s, te paso a buscar sobre la una.
Que ganas tengo de verte.”

Había releído ese mensaje por lo menos diez veces desde que me desperté a las diez y media.

Buenos días, princesa” Mi sonrisa era de una idiota completa.

No podía ser tan condenadamente precioso conmigo, me podía.

Acababa de salir de la ducha y ahora buscaba un jersey para ponerme con los vaqueros que había escogido, el tiempo seguía frío. Cuando encontré el jersey me lo puse (http://www.polyvore.com/sin_t%C3%ADtulo_134/set?id=55369747). Me cepillé el pelo y coloqué una horquilla hacia el lado derecho sujetando un mechón.

Al bajar me encontré con mi madre a punto de empezar a hacer la comida, se me había olvidado por completo avisarle de que no comía en casa.

- Mamá...- me senté en uno de los taburetes.
- ¿Qué pasa? – me sonrió. – Vaya, estás vestida. Pero si los domingos te los pasas todo el día en pijama.
- Es que...me invitaron a comer fuera. – dejó el tenedor que sostenía en la encimera y me miró.
- Últimamente te invitan mucho a comer, ¿no?
- Mmmm...
- ¡Tiene novio! – abrí los ojos completamente mirando hacia mi hermana que se giró sentada en el sofá para vernos.
- ¿Cómo? – preguntó mi madre mirándome. - ¿Es eso cierto?
- ¿Qué? No, no, no. No le hagas caso a Emily.
- Entonces,  ¿con quién has quedado?
- Eh...bueno, pues con...con un...amigo.
- Con que un amigo, ¿eh? ¡Ves mamá, te lo dije!
- Calla, enana. – me sacó la lengua.
- ¿Cómo se llama?
- Harry. – intenté no mostrarme demasiado nerviosa, pero de verdad lo estaba, y mucho.
- Así que...- le dio una vuelta con una cuchara de madera al contenido espeso de una tartera. - ...vas a salir sola con esa tal Harry... ¿me equivoco?
- También vienen sus amigos...
- ¿Tú sola con tantos chicos? – enarcó una ceja.
- ¡Mamá! Solo voy a ir a comer, y a la tarde vuelvo, solo eso.
- Bueno...si es así... ¿a qué hora te vas?
- Vienen a recogerme a la una.
- Es la una menos cinco. – dijo mirando hacia el reloj de la cocina.
- ¡¿Qué?! Voy a esperar fuera, ¿vale? – me acerqué a besar la mejilla de mi madre. – Te quiero mamá, adiós. – fui hacia el sofá y le di un beso a Emily mientras le susurraba. – Esta me la pagas, enana. – ella me sonrió con todos sus dientes a relucir.

Recogí las llaves y el móvil y salí de casa mirando al suelo y me choqué contra  algo firme que desprendía calor. Levanté  la vista y me encontré con sus verdes ojos.

- Hola. – me sonrió. – Iba a timbrar justo ahora.
- Menos mal que no lo hiciste, ya tuve bastante interrogatorio por hoy. – suspiré.
- ¿Interrogatorio? – deslizó una mano por mi mejilla y me hizo recordar las palabras de mi hermana “Tiene novio”. Novio...que palabra más graciosa. - ¿Kelly? – me había perdido de nuevo en sus ojos.
- ¿Si?
- Te quedaste ausente. – una risita preciosa salió de su boca.
- Creo que aun estoy un poco dormida...
- Bueno, vamos, que Niall nos espera.

Empezamos a caminar y vi que un coche negro, uno distinto al de siempre estaba aparcado un poco más atrás de la entrada a mi casa.

- Espera. – me detuvo y se puso delante de mi.
- ¿Qué pasa? – atrapó mi cara entre sus manos y me besó delicadamente, luego separó sus labios, y los volvió a juntar en un pico rápido.
- Me había olvidado de que ya no tenía que reprimirme las ganas de besarte. – sentí las yemas de sus dedos por mis labios, me sonrojé y apareció una sonrisa en los suyos. – Vamos.

Cogió mi mano y avanzamos de nuevo hacia el coche. Me abrió la puerta trasera para que entrara y luego entró él sentándose a mi lado y entrelazando mi mano con la suya.

- ¡Hola, Kelly! – hasta ese momento no me había percatado de que estaba Niall en el coche.
- Hola Niall. – le regalé una sonrisa al ver su carita, era tan dulce. - ¿Qué tal? – el coche se puso en marcha.
- ¡Genial! – se río.
- Ya veo, ya. – miré por el cristal y reconocí la calle donde estábamos. - ¿Niall?
- ¿Si?
- Por aquí no se va a Nando’s eh, hay que salir hacia la ciudad. – se le esbozó una sonrisa.
- Ya lo sé. – entonces detuvo el coche y la puerta del copiloto se abrió de repente.
- ¡Hola, guapo! – ¡Era Sarah! Se sentó y cerró la puerta para girarse rápidamente y dejar un beso en los labios del rubio, a este se le subieron los colores inmediatamente. Yo me limitaba a mirar la escena con los ojos y la boca abierta.
- ¡Sarah! – exclamé. Ella se dio la vuelta como si se diera cuenta ahora mismo de que existía dentro del coche.
- ¡Oh! Hola, preciosa. - me sonrió. – Hola, Harry.
- ¡Sarah! – volví a exclamar.
- ¡Qué! – se río.
- ¡No me habías contado nada! – le di un pequeño puñetazo en el hombro. Ella miró hacia mi mano entrelazada con la de Harry y sonrió pícara.
- Tú tampoco, mi amor. – me enseñó la mejor de sus sonrisas y solo pude ruborizarme. Tenía razón. – Harry, ten cuidado con la loca esta eh. – volví a pegarle.
- Yo soy la loca, ¿no? Niall, tú si que deberías tener cuidado con ella. – ellos dos se empezaron a reír.
- Va en serio. – dijimos a la vez, nos miramos y no tardamos en unirnos a sus risas.

Cuando llegamos a Nando’s fuismos directamente a la mesa donde estaban ya todos. Y todas las miradas se dirigieron a mi y a Harry.

- ¿Qué pasa? – reclamé. Entonces me di cuenta: no había soltado mi mano. Genial, Tomate Kelly Lodge a la vista.
- ¡Awwwwwwwwwww! – gritó Louis mientras nos sentábamos y abrazaba a Harry, bueno, lo aplastaba y revolvía todo su pelo. - ¡Ya era hora, Hazza!
- ¿Hazza? – susurré.
- A veces me llaman así. – me sonrió.
- Hazza...me gusta. – le devolví el gesto.
- Tengo hambre. – se quejó Niall.
- Tú siempre tienes hambre. – me era extraño ver la confianza que ya se tenían Sarah y Niall, me tendría que explicar muchísimas cosas.
- Hola, ¿qué vais a querer? – en esto apareció...
- ¡Taylor! ¿Te toca turno hoy? – habló Sarah. Dirigí mi mirada hacia Zayn al notar que se ponía rígido en el asiento. Que extraño...
- Si...El otro día no pude venir, y hoy me toca recuperar dos turnos. – suspiró. – Pero bueno, da igual, me gusta este trabajo, ya sabes. Y bueno, a lo que venía, ¿Qué queréis comer?

Cada uno pidió lo que quería y comimos entre miles de risas. Yo no sé si los demás lo notaron, pero las sonrisas de Zayn estaban siendo demasiado fingidas. Le pasaba algo, estaba al ciento cuatro por ciento segura. Debería encontrar algún momento para hablar con él, o decírselo a Harry...Aunque no lo conozco mucho, no sé, pero no estaba demasiado bien y eso me molesta...me da igual no haber apenas cruzado palabra con él. Buscaré algún momento.

Al acabar de comer cada uno se fue en su coche, menos Harry y yo que fuimos en el de Niall con Sarah.
Íbamos hablando de cualquiera cosa en el coche y en un momento recordé como Eleanor vino a junto mía para despedirse y me abrazó susurrándome: “Enhorabuena, chica” Luego se separó y me sonrió antes de que Louis se la llevara agarrándola por la cintura.

- Llegamos. – estábamos delante de la casa de Sarah.
- Niall, voy a acompañar a Kelly hasta su casa andando, luego vienes por allí a buscarme, ¿vale? – sin decir más me sacó del coche cogiendo mi mano.

- ¿Por qué nos vamos andando? – pregunté cuando ya estábamos algo lejos del coche.
- Porque esos dos querían algo de intimidad, y yo se la he dado. Aunque supongo que nosotros también la necesitamos, ¿no? – me sonrió y no pude hacer otra cosa que evitar su mirada antes de embobarme de nuevo viendo sus ojos.
- Harry...
- Dime. – tragué saliva y busqué las palabras.
- ¿Qué es lo que va a pasar a partir de ahora?
- ¿A qué te refieres?
- Ya sabes...tú...y...yo...- no sé podía ni imaginar lo difícil que esto resultaba para mi. Él se puso serio y me paró.
- Kelly, tengo que decirte como están las cosas, porque no quiero mentirte, y tampoco quiero que renuncies a tu privacidad por mí. – suspiró. Se le veía...dolido. Y lo peor de todo es que no entendía porqué. – A partir de ahora lo que va a pasar será que mañana saldrá alguna foto nuestra, cogidos de la mano y solo habrá titulares tipo “Harry Styles y su nuevo ligue” Entiendo si no quieres que todo esto pase, entiendo que quieras seguir siendo “anónima” – hizo comillas con los dedos – y entiendo por lo tanto que no quieras aceptar ser mi novia, porque como ves, esto y más son las consecuencias. No quiero destruir tu vida, Kelly.

Me quedé sin palabras, no tenía ni la más mínima idea de que decirle. Pero había algo de lo que estaba completamente segura tras toda la noche en vela: no quería separarme de su lado. No quería que se alejara de mí.
Había agachado la cabeza y eso me destrozó. Solo supe hacer una cosa, rodeé su cuello con mis brazos e hice que me mirara a los ojos. Capturé su labio superior en un beso lento hasta que él abrazó mi cintura con sus brazos y me pegó a su cuerpo, aumentando así el ritmo del beso.

Me separé despacito, besé su mejilla y apoyé mi cabeza en su hombro para que me siguiera manteniendo abrazada a él. Levantó mi cabeza por el mentón para que le mirara.

- ¿Eso es un, “si Harry, acepto ser tu novia”? – me sonrió de una manera terriblemente adorable.
- Si Harry, acepto ser tu novia. ¡Dios, por supuesto que acepto! – me besó fugazmente.
- ¿No te importa los problemas que eso te va a acusar?
- Solo quiero que no te vayas de mi lado. – sonrió de lado y volvió a unir sus labios con los míos. 








GUAAAAAAAAAPAS, guapas que sois guapas y nada más que guapas. 

Os amo, así de sencillo. De verdad, es que JDKSMDSJKZD vuestros comentarios son los mejores del mundo. No me podéis hacer más feliz eh. Os adoro puto mucho. 

He tardado tanto en subir porque en nada van a ser los exámenes de recuperación y estoy estresadilla. No sé cuando volveré a subir, la verdad. Espero que no muy tarde. 

Quería deciros que por mi mente ya lleva tiempo divagando una nueva historia de Harry, y solo tengo un capítulo, el cual está ya en un blog que hice hace nada, pero que lo tengo en privado, hasta que vea que la cosa avanza. Será algo...distinto. 

Y bueno, creo que eso era todo. Votar, comentar y esas cosas que me hacen felisssssss. Os quiero a morir.