Hooooooooola.
Por lo visto he subido más pronto de lo que esperaba, acabo de terminar de escribir este capítulo después de pasarme la tarde escribiendo.
Quieeeeero recordaros que por ahí abajo, al final de cada capítulo hay un...¿votador? Bueno, algo para valorar el capítulo cuando no os apetece comentar o cuando comentáis también. (que últimamente me queréis poco y ya no comentáis como antes)
Y eso es todo, hope you like it. Sois amor. EJEMEJEMcomentarEJEMEJEMcomentar poooooooooor favorEJEMEJEM
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- Kelly, Kelly. Despierta cariño. – abrí los ojos despacio
intentando no quedarme ciega con la luz que llenaba mi habitación. Me froté los
ojos.
- Mmmm...¿Qué pasa mamá?
- Segunda evaluación. Primer día. – dijo con voz dulce.
- ¿Cuánto tiempo tengo para estar lista?
- Tienes veinte minutos antes de que venga el autobús.
- Me quedé dormida, ¿verdad?
- Si. Voy a prepararte un desayuno rápido.
Cuando escuché la puerta cerrarse giré mi cara quedando
bocabajo sobre la almohada y pegué un grito ahogado antes de inmediatamente
levantarme de cama.
Tengo un don para quedarme dormida, si señor.
Abrí de par en par las puertas del armario y busqué con la
mirada algo para ponerme: sudadera, vaqueros y vans. (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=51435523)
Entré en el baño me lavé la cara y los dientes y me peiné.
Bajé las escaleras corriendo y fui a la cocina.
- Diez minutos, no tengo tiempo para desayunar. – dije nada
más ver la taza de leche sobre la mesa.
- Bébete la leche y llévate una manzana y te la comes en el
bus, anda. – la obedecí me bebí la leche lo más rápido posible evitando que me
atragantara, porque sería lo que me faltara ya.
Cogí la manzana y la mochila que ya había dejado lista ayer
– ser previsora cuando eres torpe, dormilona y vas sin saber en que día vives
es algo que se agradece. – Me despedí de mi madre y caminé a paso apurado hasta
la parada, ya que si me ponía a correr nada más tragarme una taza de leche
entera me convertiría en una fábrica de papilla a primera hora de la mañana.
Gracias a Dios que no llovía. Y gracias también a que llegué
justo a tiempo para coger el bus. Al entrar busqué con la mirada a Sarah,
cuando la localicé me senté a su lado y pegué un gran suspiro bajo su atenta
mirada.
- ¡Buenos días! – me dijo con una expresión graciosa.
- ¿Buenos? – volví a suspirar.
- ¿Te quedaste dormida?
- ¿Lo preguntas? – se rió. – Esto es agotador.
- Nadie te manda quedarte dormida.
- No fue mi culpa, he dormido mal...
- Oh, ¿con quién soñaste? – me miró con una ceja alzada.
- ¡¿Qué?! Con nadie. – aparté la mirada y pegué un mordisco a
la manzana.
- ¿No has desayunado? – negué con la cabeza. - ¡Eres un
desastre! – le puse mala cara. –El desastre más bonito del mundo. – me sonrió y
me dio un beso en la mejilla. La aparté y acabé de comer la manzana.
Llegamos al instituto y subimos a nuestras clases.
Este es mi último año de instituto. Acabamos de terminar las
vacaciones de Navidad y ahora solo queda esperar hasta las próximas vacaciones.
Pasaron las tres primeras clases y la hora de Filosofía la
teníamos libre porque la profesora no había
venido. Sarah no estaba conmigo ya que ella es de ciencias y yo de
letras. Suspiré por quincuagésima vez en el día.
Salí de clase y fui a la biblioteca, me senté en una de las
mesas con ordenador. Dejé la mochila en el asiento de al lado que estaba vacío
y tecleé: One Direction.
Era difícil de creer. Tan imposible. Tan irreal. A ver,
¿cuántas posibilidades había de que Harry, un chico cualquiera en Londres
resultara no ser un chico cualquiera sino un componente de la boyband más
sonada del momento? Una entre miles de millones.
Lo más idiota es que no me hubiera dado cuenta. ¿Cómo es
posible que no lo haya reconocido? Pero su cara me sigue siendo tan poco
familiar como siempre. Aunque si he de admitir que Niall me suena, es más creo
que Emily tiene alguna foto suya en su habitación, pero nunca me he fijado
bien.
El ratón bajaba por miles de fotos de la banda cuando el
timbre que indicaba que era hora del recreo sonó. Cerré Google y recogí mi
mochila, fui a dejarla en la taquilla y me encontré con Sarah dejando sus cosas
en su taquilla.
- ¡Hey! ¿De dónde vienes? – me preguntó mientras me acercaba
a ella y cerraba su taquilla.
- Tuvimos hora libre y me fui a la biblioteca.
- Yo acabo de tener Química.
Bajamos al recreo y nos fuimos hacia el césped ella se tumbó
boca arriba y yo me senté a su lado.
- Sarah...
- Dime.
- Te acuerdas de...-tomé aire. – Del chico este, de...Harry.
- ¡¿Qué si me acuerdo?! Ayer vino a comer a Nando’s con un
amigo.
- ¿A si? No me
dijiste nada.
- Se me pasó...no es culpa mía, no puedo parar de pensar en
sus ojos. – sonrió.
- ¿Sus ojos? ¿De quién hablamos?
- Niall, si, se llama así. – pronunció su nombre con duda al
principio.
- ¿Niall? ¿Lo conoces?
- ¡Pues claro! Es el amigo de Harry, con el que vino a
comer. – juro que por un momento pensé que se refería a Niall, pero a Niall
Horan integrante de One Direction, no a Niall Horan amigo de Harry.
- ¿Y se puede saber por qué no paras de pensar en sus ojos?
- ¡Dios! Tiene el azul más bonito del mundo. Y su sonrisa es
tan dulce...¿Sabes? ¡Es irlandés! – mi amiga desde ya hace que tiene una gran
obsesión con Irlanda. - Irlandés...Es
tan blanquito...no paraba de ponerse rojo cuando le hablaba. – sonrió. – Es
precioso. – suspiró y me miró. - ¿Qué querías decirme de Harry?
- ¿Eh? Ah...pues...es que...es difícil de
explicar...Harry...Harry es...- el timbre sonó. Sarah se levantó del suelo y me
tendió la mano para levantarme yo también.
- Luego me cuentas, que ahora tengo Historia y si me pierdo
algo puedes darme por muerta.
Era la última hora y el profesor de Inglés se puso a dar una
charla sobre nuestro futuro en vez de dar materia. En ese instante mi móvil vibró dentro del
bolsillo de mi pantalón. Lo saqué sin que se notara mucho y lo puse delante de
mí. Era un mensaje de Wassapp.
“¡Hey! ¿Haces algo esta tarde?”
Increíble.
Venga, ¿en serio?
Sentí como un punto en mi estómago, más parecido a un
cosquilleo y contesté.
“Harry, estoy en clase, ¿te parece un buen momento para mensajes?"
“¿Estás en clase? ¿A qué hora sales?”
“Ahora.”
“¡Estupendo! Te invito a comer, ¿vienes?”
Levanté la vista para asegurarme de que el profesor no me
estaba viendo, y en efecto seguía centrado en su charla. Lo cierto es que
levanté la vista también para analizar:
1º Estoy hablando con Harry por Wassapp.
2º Tengo su Wassapp.
3º Harry.
4º Harry Styles.
5º Uno de los componentes de una banda totalmente
desconocida para mi antes de ayer – One Direction – me está invitando a comer.
Vale. Ya puedo despertarme. Venga mamá, pellízcame o algo.
Un cubo de agua fría, por favor.
“¿Qué dices? Prometo no ser un idiota.”
Tomé aire.
“Está bien.”
“¿En serio? ¡Genial! Ahora yo no puedo irte a buscar pero... ¿puedes
venir hasta aquí?
“Claro, dime donde estás y cuando salga voy.”
“Voy a preguntar la dirección de esto, espera un momento.”
“Okey.”
En nada llegó un mensaje con una dirección.
“Vete por la parte de atrás del edificio, le diré a Paul que te espere
en la puerta.”
“Vale.”
“Nos vemos :)”
En ese momento sonó el timbre. Todos empezaron a recoger sus
cosas. Guardé el móvil de nuevo en el bolsillo y recogí mis cosas también. Colgué
la mochila sobre mis hombros y salí al pasillo, bajé hasta la entrada y avisté
a Sarah.
- Hola guapa. – me sonrió.
- Sarah, Sarah. – dije nerviosa.
- ¿Qué pasa?
- Harry me invitó a comer. – lo dije como si fuera lo más
normal del mundo y volví a sentir ese cosquilleo en mi estómago.
- ¡¿Qué?! ¡¿En serio?! Awwww. ¿Cuándo? ¿Cómo? – no paraba de
dar saltitos de alegría cogiéndome de las manos.
- Me habló por Wassapp hace un momento, me ha dado una
dirección y me ha pedido que vaya...
- Espera, ¿y tu madre? ¿No vas a comer a casa?
- He pensado que podría decirle que me invitaste a comer a
tu casa...- la miré de reojo y se le dibujó una sonrisa pícara.
- Uuuuh Kelly va a mentir por un chico, ¿qué será lo
siguiente? ¿Qué te detengan por exceso de velocidad?
- Yo no conduzco. – le pegué leve en el hombro. Se río.
- Pueden detenerte por maltrato.
- Tonta. ¿Me vas a cubrir?
- ¡Pues claro! ¿A caso lo dudabas? – le abracé mientras el
bus de vuelta a casa aparcaba.
- Anda, vete ya.
Llamé a mi madre y le dije que iría a comer a casa de Sarah
y que me quedaría a hacer deberes, así que no sabía exacta la hora a la que iba
a llegar. No supuso ningún problema, como había imaginado.
Fui caminando hasta la primera parada de autobús que llevara
al centro de Londres y después de unos quince minutos ya estaba en la ciudad.
Ya llevaba un rato caminando cuando me topé con un edificio
con un cartel de una emisora colgando sobre los bloques de piedra. Saqué mi
iPhone y comprobé la dirección, no estaba equivocada, era aquí.
Rodeé el edificio llegando a la parte de atrás, como me había
indicado. Solo había una puerta, así que me acerqué a ella y la abrí. Levanté
la vista y me encontré con un hombre muy grande. Era el señor que nos había
venido a buscar para llevarme a casa el otro día.
- Hola, eres Kelly, ¿verdad? – asentí. – Yo soy Paul. Acompáñame.
– me dedicó una sonrisa que hizo que me sintiera un poco mejor.
Empezó a recorrer el edificio mientras yo seguía sus pasos. No paraba de llamarme estúpida en mi cabeza. Y
es que, realmente lo era. Estúpida y con problemas mentales graves, y con poca
coherencia, y retrasada como ninguna y....
- Llegamos. – Paul apagó mi autocrítica. – Vamos a entrar,
pero quédate a mi altura, y sobretodo, lo más importante: guarda silencio.
Abrió la puerta, yo me pegué a su sombra mientras miraba
hacia mis pies hasta que él se paró y se dio la vuelta, se apartó y mis ojos se
abrieron.
Estaban ahí, delante mía y de unos cuantos reporteros y cámaras.
Los cinco.
Comenzó a sonar una música y me puse nerviosa, poniéndome
recta.
(Adelante, darle al
play)
El segundo chico desde la derecha cogió el micro y comenzó a
cantar. Liam. Era Liam, lo puede reconocer por las fotos. Cantaba tan bien con
tanto sentimiento, era increíble.
- My head turns to face the floor. Cause I
can't look you in the eyes and say…
Hasta ese momento Harry no había levantado la cabeza, ni yo
me había fijado en él, pero clavó sus ojos en los míos y cantó.
- When he opens his arms and holds you close
tonight. It just won't feel right. Cause I can love you more than this. Yeah. – Era algo inexplicable.
Algo mágico. Fue todo tan rápido y a la vez tan lento. Me llenó. Su voz me llenó
de pies a cabeza dejando un escalofrío a su paso. - When he lays you down, I might just die inside.It just don't feel right.Cause
I could love you more than this, can love you more than this… - bajó la
cabeza con una sonrisa fugaz en los labios que me propinó un pinchazo en el estómago,
esta vez no fue un cosquilleo, fue un pinchazo, dolió.
- If I'm louder, would you
see me. Would you lay down in my arms
and rescue me. Cause we are the same.You save me. When you leave it's gone again. – Niall. Su voz. Niall. Pensé en
Sarah, no sé como fui capaz entre tanto
cúmulo de emoción, pero lo hice. Era asombroso.
- Then I see you on the street in his
arms, I get weak my body fails, I'm on my knees
Prayin'. – Louis, ¿en serio era Louis? Solo estuve aquel momento de nada con él, pero nunca llegué a imaginármelo serio, se concentraba en la canción. Y he de decir que tiene la voz más dulce que he escuchado nunca.
Prayin'. – Louis, ¿en serio era Louis? Solo estuve aquel momento de nada con él, pero nunca llegué a imaginármelo serio, se concentraba en la canción. Y he de decir que tiene la voz más dulce que he escuchado nunca.
- When he opens his arms and holds you close
tonight. It just won't feel right. Cause I can love you more than this.Yeah – sus voces juntas
formaban la mismísima perfección, aunque ese es el único adjetivo que encuentro
para describirlo, pero lo superan. -When
he lays you down, I might just die inside. It just don't feel
right. Cause I could love you more than this.
- I never had the words to say. But now I'm
asking you to stay for a little while inside my arms. And as you close your
eyes tonight I pray that you will see the light.That's shining from the stars
above. – y él era Zayn. Su voz me resultó distinta, en el sentido de
que era especial. Realmente especial. Como los otros cuatro, eran especiales.
Cerré los ojos mientras seguían cantando. No podía abrirlos
porque aquello me parecía verdaderamente un sueño, uno de los mejores. Me sentí
afortunada.
Escuché como en un susurro los aplausos y los comentarios de
los reporteros, aun seguía atrapada en mi sueño.
- Hey...Kelly, ¿estás bien? – abrí lentamente los ojos y me
estampé, literalmente, ya que pude conseguir mantenerme a flote en la
profundidad de sus ojos. Agité la cabeza levemente.
- S-si...¿Por? – contesté sin apartar mi mirada de la suya.
- Estás llorando...- y era cierto, notaba mis mejillas y mis
ojos húmedos. Me sequé con el puño de la sudadera ocultando mis lágrimas.
- No es nada...solo que no me lo esperaba y...- esas
malditas gotitas no paraban de escaparse de mis ojos.
En un segundo me vi rodeada por sus brazos que me estrechaban
contra él de forma protectora. Noté como el pinchazo de antes, ese dolor, se
fue convirtiendo en satisfacción. Escondí mi cabeza en su pecho y él apoyó la
suya sobre la mía.
Me sentí bien. Me sentí feliz entre sus brazos.