Me había despertado por culpa del teléfono de casa, había
sonado tantas veces hasta que mi madre por fin lo cogió, que me fue imposible
conciliar el sueño de nuevo.
Iba a coger el móvil y mandarle un mensaje a Harry, pero la
voz de mamá proveniente de la planta de abajo chilló avisándome que la comida
estaba lista. Yo y mi mala manía de despertarme todos los fines de semana a la
hora de comer.
No me molesté en vestirme, así que bajé en pijama y me senté
al lado de una Emily poco contenta con las verduras cocidas de su plato.
Revolví su melena rizada, a lo que ella se quejó con un pequeño gruñido que me hizo sonreí.
- Algún día despertarás a una hora normal, algún día. – dijo
mi madre colocándome otro plato de las apetitosas verduras enfrente mío.
- Solo recupero las horas que no he podido dormir durante la
semana de instituto, mamá. – ella simplemente suspiró y regañó a mi hermana
pequeña por darle tantas vueltas a su comida.
- Por cierto, mientras dormías, llamó Sarah.
- ¿Y qué quería? – metí un trozo de brócoli en mi boca.
- Preguntarme si hoy podías quedarte a dormir en su casa. –
eso me alegró completamente la mañana.
- ¿Y qué le dijiste?
- Que sí.
- ¡Te quiero, mamá! – me levanté y la abracé por los
hombros.
Después de comer salí disparada hacia mi habitación y luego
fui hacia el baño para abrir la villa del agua. Cuando estuvo a la temperatura
perfecta, me refugié bajo el chorro de agua un buen rato mientras una sonrisa
inundaba mi cara.
Nada más salir del cuarto de baño me vestí rápidamente
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Dejé mi pelo suelto para que se secara solo y me dispuse a meter lo necesario
en mi mochila para pasar la noche con Sarah.
Cuando estuve lista bajé con la mochila a mi espalda. Me
despedí de Emily y mamá y salí de casa.
Mi madre me había dicho que Sarah le dijo que cuando acabara
de comer fuera para su casa, así que no me paré a llamar a Harry. Y ahora que
me daba cuenta, hoy era la última tarde que podíamos pasar juntos. Sentí una
punzada de dolor en mi estómago.
Tenía que verlo, tenía que aprovechar el poco tiempo que nos
quedaba juntos. Podría decirle a Sarah de llamar a Harry y Niall y así todo
estaba arreglado. Decidido, no permitiría desperdiciar el tiempo no estando a
su lado.
Cuando estaba ya a pocos metros de la casa de Sarah, me
desconcertó ver un coche negro delante de la casa, un coche negro que conocía
perfectamente. Fruncí el ceño y aceleré el paso. Mis pies acababan de tocar el
porche de madera cuando la puerta se abrió descubriendo un buen cuerpo dentro
de unos vaqueros y una camiseta de manga corta negra.
- ¿Harry? – éste levantó la cabeza con una sonrisa de lado.
- Hey, pensaba que no llegarías nunca. – se acercó a mi y
rozó sus labios con los míos. Ese simple contacto me volvía loca, pero controlé
mis ganas de agarrar sus rizos entre mis dedos y besarlo hasta que el mundo se
acabara.
- ¿Qué haces aquí? – ladeé la cabeza.
- ¡Kelly! – Sarah salió del interior de la casa, Harry tuvo
que apartarse cuando ella me envolvió entre sus brazos.
- ¡Sarah, me ahogarás! – mi amiga se separó y me miró con
una sonrisa reluciente. Noté que su mano fue entrelazada, me di cuenta entonces
de la presencia de Niall allí.
- Hola Niall. – sonreí al rubio, parecía que acababa de
hacer un gran acto de valentía al coger la mano de mi mejor amiga.
- Hola Kelly. – correspondió a mi sonrisa, mirando de
soslayo su mano entrelazada. Solo me entraron ganas de empezar a hablar con
Sarah de lo mono que era.
- Bueno, ¿nos vamos? – Harry pasó su brazo por mi cintura,
atrayéndome a él.
- ¿Irnos? ¿Irnos a dónde? Pensaba que venía a quedarme. –
señalé la mochila a mi espalda.
- Eh...Respecto a eso…Mentí. – Sarah se encogió de hombros,
intentando parecer inocente.
- ¿A qué te refieres con que mentiste?
- Bueno, no mentí en todo. Mis padres hoy no están en casa,
pero no dormirás aquí.
- ¿Y para eso me haces traerme el pijama, tonta?
- Que no vayas a dormir en mi casa no quiere decir que no
vayas a dormir fuera.
- ¿Qué quieres decir?
- Hoy duermes en mi casa. – dijo Harry, apretando su agarre.
- ¿Qué? – reprimí un chillido.
- Si no quieres venir, puedo dejarte en casa ahora. – la voz
de Harry sonó dolida e hizo que me sintiera culpable.
- No, no es eso. Es solo que…
- ¿Si? – quiso saber él.
- Harry, ¿me dejas hablar un momento con Kelly? Cosas de
chicas. – y guiñó un ojo hacia él. Harry se limitó a asentir y se situó al lado
de Niall mientras Sarah me llevaba dentro de la casa.
- ¿Se puede saber qué te pasa? – inquirió Sarah.
- ¿Qué me pasa? Nada.
- Oh, claro. Por eso te pones así de paranoica por saber que
vas a pasar la noche en casa de tu novio. – sus palabras fueron recalcadas en
‘tu novio’.
- Sarah, yo…
- Kelly, hoy es el último día que vas a poder estar con él
antes de que se vaya. Luego te quedarás sin verlo un mes y medio. – Iba a
contestar pero Harry se apoyó en el
marco de la puerta, mirándonos.
- ¿Todo bien, chicas?
- Si, si. Todo perfecto. Estábamos hablando de lo emocionada
que está Kelly por ir a tu casa esta noche. – tuve que tragar saliva y ver a mi
amiga con mis ojos saliendo de sus órbitas.
- ¿Es eso cierto? – los dientes de Harry parecían perlas
enmarcadas en una preciosa sonrisa.
- Eh…
- ¡Claro que sí! Ahora, marchaos. Quiero pasar tiempo con mi
chico, ¿sabéis? – no podía ser más directa.
- Vamos. – Harry tendió me tendió su mano, la cogí sin dudarlo
y tiró de mi, fuera de la casa.
Después de despedirnos de la desesperada e intranquila Sarah
y el pobre Niall que tiene que aguantarla, entramos en el coche de Harry. Yo no
podía dejar de pensar en lo que podría pasar a la noche, y en las ganas
inmensas que tenía de meterme en el armario de mi habitación y no salir nunca.
- ¿Está interesante? – giré mi cabeza sin entender muy bien.
Harry señaló con el mentón hacia fuera de la ventana, la cual llevaba mucho
tiempo viendo sin despegar la vista. No contesté, simplemente miré hacia abajo
con vergüenza. – Estás muy callada, ¿algo va mal?
Aprovechó un semáforo en rojo para levantar mi barbilla
entre sus dedos, obligándome a verlo directamente a sus ojos. Aun no llegaba a
acostumbrarme a la cualidad que tenían esas dos pequeñas esferas verdes para
mostrarme el estado de ánimo de Harry con solo un pequeño vistazo. Ahora su
brillo se mostraba más oscuro y tintineaba, estaba preocupado por mí.
- Todo está bien. – sonreí no intentando que se notara que
era una sonrisa falsa.
- ¿Segura? Puedes contarme cualquier cosa, lo sabes,
¿verdad?
- Lo sé. – liberé mi cara de entre sus dedos. – Está verde.
No sabía a dónde nos dirigíamos, y eso me causaba un
cierto grado de curiosidad, pero que no
llegaba a apagar a la voz de mi cabeza que solo pensaba en los ‘¿Qué pasaría
si…?
- Puedes salir del coche eh.
Me sorprendí al darme cuenta de que el vehículo había parado
y ahora Harry sostenía mi puerta abierta. Salí y esperé a que Harry cerrara el
coche con un toque en sus llaves, después de escuchar el ruidito
correspondiente que aseguraba el preciado coche cerrado, se giró y entrelazó su
mano con la mía antes de ponerse a caminar tan tranquilamente por las calles
londinenses junto a mí.
El escalofrío que me producía su toque hizo nublar
durante unos instantes todos mis sentidos, pero pronto me di cuenta de la
situación.
- ¿Qué estás haciendo? – Harry apartó su mirada del frente
para dirigirla hacia mí.
- ¿Caminar? – levantó sus hombros y luego los dejó caer.
- Harry, estamos en medio de Londres. Hay un montón de
gente. Eres famoso. ¡Me estás cogiendo de la mano en público y tú tan
tranquilo! – sentía todas la miradas clavadas en mi nuca, una sensación para
nada agradable.
- ¿Por qué no iba a estar tranquilo? Solamente voy cogido de
la mano de mi novia por la calle. Creo que es algo bastante usual.
- Tú no eres usual.
- Oh, ¿gracias?
- Harry. – repliqué, algo cansada e histérica por toda la
gente a mi alrededor.
- Kelly, tranquila.
- ¿Cómo quieres que esté tranquila en medio de esta
situación? Si te pusieras unas gafas o te cubrieras…
- Vas a tener que tranquilizarte ya si no quieres que te
bese aquí en medio de todo el mundo y
que mañana seas portada de todas las revistas del país y del universo entero.
Iba a contestar, pero decidí callarme y tragarme para mí
misma las ganas de romper la sonrisa de victoria del idiota de mi novio.
Seguimos con el paseo con bastantes interrupciones de fans y
flashes de cámaras. Pero ver a Harry sonreír ante las cámaras de las chicas que
le pedían una foto sin soltar mi mano, era algo que realmente me llenaba de
felicidad.
- Por fin, llegamos. – Harry levantó la vista al cielo, y
tuve que imitarlo para poder observar lo mismo que él. El London Eye se
extendía cielo arriba sobre nosotros.
- ¿El London Eye?
- El mismo. Venga, vamos.
Tiró de mi hacia la espera de las cabinas de la noria, sin
soltar siquiera una sola palabra, pero podía notar su nerviosismo. Por lo
visto, había reservado una cabina para los dos solos, y eso me ponía nerviosa a
mí.
Volvía a pensar en lo que podría pasar por la noche, en si
yo quería que pasara algo o no.
- Kelly, llevas toda la tarde comportándote de una forma muy
rara, ¿sabes?
- ¿Rara? – me desplacé en la enorme cabina y me agarré a la
barandilla para ver las increíbles vistas, a medida que ascendíamos mejoraban
más y más.
- Si, de repente coges y te quedas callada como si yo no
estuviera presente. No sé en lo que piensas, y resulta muy estresante.
- Lo siento…- suspiró.
- No lo sientas. Es solo que…Mañana me voy y…- golpe bajo,
Harry.
- Para. No sigas por ese camino, en serio. – dejé caer mi
cabeza, abatida.
Unos segundos después, mi mano izquierda estaba siendo
acariciada suavemente. Clavé mis ojos en el recorrido del pulgar de Harry sobre
el dorso de mi mano y cerré los ojos, dejándome llevar y acabando con la cabeza
apoyada en su pecho y con él rodeándome la cintura.
Harry nos conducía hacia su casa con la radio encendida y
cantando todas las canciones que el locutor decidía poner. A veces se le daba
por hacer gestos muy raros y no podía evitar reírme, y cuando esto pasaba
notaba como me miraba por el rabillo del ojo, dedicándome una hermosa sonrisa.
Sentía el cambio de temperatura de la caja de pizza que
llevaba en mis piernas comparándolo a cuando la recogimos. Menos mal que estábamos llegando,
así que no tendríamos que comer pizza fría.
- Llegamos al palacio, princesa.
Harry abrió mi puerta cogiendo mi mano para ayudarme a salir
del coche. Dejó que yo entrase antes y cerró la puerta tras él.
- El palacio huele mucho a chico.
- Es que es un palacio muy varonil. – fui hacia el salón y
dejé la caja de la pizza sobre la mesa mientras Harry iba a buscar dos
refrescos.
- Pues debo decirte que los residentes del palacio no es que
sean muy varoniles eh.
- ¿Dudas de mi virilidad?
- Oh, no sé. Quizás deberías preguntárselo a Louis y a ti
mismo cuando os dan esos ataques de amor tan repentinos y peculiares. – Harry
se sentó a mi lado en el sofá, ofreciéndome una de las latas que llevaba en la
mano.
- ¿Estás celosa? – levantó una ceja hacia mí.
- Debe ser eso. – tomé un trago de la bebida burbujeante y
luego dejé el refresco sobre la mesa.
- Eres la única para mí. – susurró Harry contra mi oído.
Me había pillado por sorpresa, en unos instantes se pegó
tanto a mí que su respiración se mezclaba con la mía. Besó mi mejilla antes de
separarse sin más y morder una porción de pizza.
- ¿Eso ha sido lo bastante varonil? He notado como se te
ponían los pelos de punta.
- ¡Cállate! – le tiré un cojín a la cara. Y de repente me vi
atrapada contra el sillón luchando para que dejara de hacerme cosquillas.
La cena se pasó entre risas y pequeñas peleas estúpidas por
cualquier cosa que acababan conmigo tirada en el suelo o con la cara roja de
Harry por el impacto de los muchos cojines sobre su cara.
Sentí un dolor en mi tripa y llevé mis manos hacia mi
estómago. Harry, que estaba encima de mi cuerpo, sentado a horcajadas me miró
preocupado.
- ¿Estás bien?
- Si. Pero creo que he comido demasiada pizza…
- Si es que eres una glotona. – abrí mis ojos.
- ¡Pero si tú te has comido más de la mitad!
- ¿Y has visto que cuerpo tengo? – levantó un poco su
camiseta, mostrándome parte de su cuidado abdomen.
- El señor ego subido demás ha vuelto, señores.
- El señor ego subido demás sigue teniendo hambre, y como
la señorita blandengue que no aguanta las cosquillas no se porte bien con él, se verá obligado a comerla.
- ¿Ah sí? – lo atraje a mi cuerpo tirando de su camiseta, y
por supuesto, él no se resistió.
- Si.
Iba a besarme, pero fui más rápida y con un empujón conseguí
apártalo de mi. Me levanté, cogí mi pequeña mochila y subí corriendo las escaleras.
Nunca había estado en el cuarto de Harry, pero si en el de Louis, cuando
Eleanor me llevó para prestarme ropa ya que la mía se había empapado después de
una tarde con Harry. Así que por descarte, sabía que puerta correspondía a la
habitación del chico de los rizos.
Abrí esa puerta, escuchando los pasos rápidos de Harry
subiendo las escaleras. No me detuve a observar el personal espacio, que tantas
veces había querido mirar y me metí en el baño. Justo cuando yo cerré la
puerta, Harry entró en la habitación.
- ¡Kelly! – dijo con voz jadeante y entre risas.
- Lo siento, pero has llegado tarde. – sonreí, pegando mi
oreja contra la puerta.
- Mmmm…Esperaré aquí entonces, no tengo prisa.
Escuché como se apartaba de la puerta, así que hice lo
mismo. Me miré en el espejo, tenía las mejillas al rojo vivo. Cubrí mi cara con
agua fría y me saqué la ropa, cambiándola por el pijama compuesto por un
pantalón corto y una camiseta de asas que llevaba en la mochila. Cogí un peine
que estaba sobre el lavabo y desenredé mi cabello, retardándome más de lo
debido. Cuando ya había deshecho dos o tres veces todos los nudos, dejé el
peine en su lugar.
Tomé una gran bocanada de aire antes de abrir la puerta, con
la mirada fija en mis pies desnudos. Levanté la vista y me encontré con sus
ojos verdes inspeccionando mi cuerpo de arriba abajo, instintivamente mordí mi
labio.
Harry, cubierto solo con unos bóxers estaba sentado como un
indio sobre la cama. Dio un par de palmaditas a su lado, mientras tiraba de las
mantas hacia atrás. Me acerqué despacio, hasta sentarme en la cama y rápidamente
meterme debajo de las mantas y darle la espalda.
- ¿Kelly? – no respondí. – Kelly…Kelly, por favor, mírame. –
suspiré y me di la vuelta, sin soltar la colcha pegada contra mi pecho.
- Qué. – no podía mirarle directamente a los ojos, era incapaz
de hacerlo.
- ¿Puedes mirarme a los ojos, por favor?
- No.
- ¿Por qué no?
- Porque no soy capaz. – ahora era Harry el que suspiraba.
Observé como apagaba la luz y se metía bajo las mantas conmigo. Consiguió
atrapar mis manos entre las suyas, y a pesar de que la oscuridad invadía la
habitación, podía notar sus preciosos ojos sobre el fondo negro.
- Háblame.
- ¿De qué? – noté lo deprisa que latía mi corazón y lo mucho
que me costaba hablar sin tragar saliva entre cada palabra.
- De porqué piensas lo que estás pensando.
- No sabes que es lo que estoy pensando.
- ¿Crees que soy tonto? Has estado rara desde que supiste
que ibas a pasar la noche aquí.
- Yo no…- Harry no me dejó acabar la frase.
- Si, tú sí. ¿Qué es lo que te preocupa exactamente?
- No me preocupa nada…Es solo que…Yo nunca…nunca…Ya sabes…
- Oh, Kelly. ¿En serio me creerías capaz de hacer algo que
tú no quisieras? – agaché la cabeza y sentí como él acariciaba mi mejilla.
- Es que si quiero, te quiero. Pero…
- No estás preparada, y lo entiendo. Eso no cambia nada, yo
también te quiero.
- Mañana te vas, Harry. Y hasta dentro de mes y medio no nos
veremos…
- Kelly, para. Entiendo a donde quieres llegar, y es mejor
que no sigas. Cuando planeé este día contigo mi plan no era acabar teniendo una
noche de pasión de despedida.
- ¿Y cuál era tu plan entonces?
- Pasar una noche a tu lado. Sostenerte entre mis brazos y besar
tus labios cuando estuvieras a punto de quedarte dormida. – sonreí en la oscura
habitación y me acerqué para que mis labios encontraran los suyos en un beso
sin intenciones mayores, un beso cargado de grandes sentimientos.
- ¿Estoy todavía a tiempo de ofrecerte esa noche? – pregunté
contra sus labios.
- Por supuesto que sí.
Sin decir nada más, pegué mi cabeza a su pecho desnudo,
dejando mis manos sobre éste. Harry rodeó mi cintura con sus brazos, con una
mano metida por debajo de mi fina camiseta, haciendo que esa electricidad entre
nosotros fuera más intensa.
- Buenas noches, preciosa. – susurró contra mi pelo después
de besar mi frente.
- Buenas noches. – y me quedé dormida con una estúpida
sonrisa en la cara, con una estúpida y feliz sonrisa.
Estoy oficialmente libre. Eso quiere decir que como ya estoy de vacaciones, subiré más habitualmente. De verdad que solo quería que llegara este día, echaba de menos escribir y vuestros comentarios.
Quería preguntaros una cosa. Mi imaginación ha estado al rojo vivo últimamente y ha formado dos nuevas ideas en la cabeza, que no quiero desarrollar demasiado pronto, pero si me quiero decantar por una. Así que, si os dieran a escoger entre dos tipos de fanfics resumidas en los siguientes gifs, ¿cual escogeríais?
Dejarme vuestra opción favorita abajo en los comentarios, pls.
Gracias por leer, os quiero muuuuuuuuuuuucho <3
Recordar votar para saber cuantas personas leen.
Me a encantado y respecto a la otra fic eligo el 2gif jejejee pd:siguientee jajah un beso xx
ResponderEliminarGenial como siempre.
ResponderEliminarRespecto a la otra fic, yo también elijo el 2 gif
Me ha encanta :D Amo tu fanfic, yo empeze una hace pocito :3 http://onedirectionimaginasynovelas.blogspot.com.es/ Pasate, pls.
ResponderEliminarYo eligo el gis número........ 1 jajajja Es más romantico, más bonito y emocional. El 2 no esta nada mal, secso JAJAJAJAJAJAJAokno. :))
UN BESO; SIGUELA :)xxX
Me encanta la novela siguela ...
ResponderEliminarYde los dos eligo la 2 porque no tienes ninguna novela de ese estilo y estaria muy bien el esperimento.
yo tambien elijo el 2 :) como (creo) la gran mayoria
ResponderEliminarDoooooooooos
ResponderEliminarOmfg, ahora me doy cuenta de que has subido.
ResponderEliminarSupongo que habrás echado de menos mi super comentario.
(Eligo el 2) (Aunque el 1 no estaría nada mal, así romanticón, ¿saes o no saes?)
Pues que este capíulo ha estado super asdfgh, pobre Kelly se creía que iban a hacerlo y estaba super D:
¿Y cuántos capítulos decías que faltaban para que acabaraaa?
¿No habrá segunda temporada?
Lol, me emociono muchísimo.
Bueno que me ha encantado y como siempre; te has superado y mucho.
Es que tienes un don para escribir, chiquilla.
Que es que ese don que tienes es adorable y genial.
Es como si hayas llegado a este mundo destinada a escribir y hacernos felices con tus novelas y cada una de las palabras que escribes en cada capítulo.
Que te quiero mucho, Ana <3
¡Ohhh! Dios, Kelly ahí tan asustada la pobre y Harry ahí preocupadito jaja. Me encantó el capítulo :) . En cuanto a lo del tiempo, sí por fin, yo creo que todos los estábamos esperando ¿no? jaja. Espero que ahora en adelante puedas subir más a seguido. Y sobre lo de los gif´s, ya sé por donde van los tiros. A mí me gustan tanto la 1ª ahí más romántica, dulce... y tanto la 2ª dando un paso más adelante. Las dos quedarían genial, pero si tuviera que elegir una, personalmente preferiría... la 2 :) . Da otro giro a la manera en la que habitualmente sueles escribir por aquí ¿no? Además de que seguro que muchos de aquí estaríamos esperando este momento jaja ;) .
ResponderEliminarKisses! <3
Holaaa! Me ha encantadoooo, ha sido requeteperfecto el capítulo! Ya te lo he dicho muchísimas veces, pero por si acaso, te lo recuerdo: Me encanta como escribes! y tus fics son mis favoritas.
ResponderEliminarCuántos capítulos quedan para que se acabe? D:
Me gustan las dos ideas de la nueva fic, pero creo que me quedo con la segunda opción.
Sigue así, un beso muy grande :3
hola si podrian ser los 2 ahora que lo pienso, podrias comensar romantic y terminar que ellos tienen ya sabes(no puedo decir la palabra xq tengo a mi habuela a unos pocos centimetros) besos y SIGUELAAAAAA
ResponderEliminarha y no es por nada pero q paso con special death? seguila plisssssssssssssssss amo cada letra de tus novelas y si no la segues m quedare con la intriga :'(